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Devuelve sonrisas a bebés con labio leporino

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Por Ivelisse Rivera Quiñones

ivelisse.rivera@gfrmedia.com

Pero lo que no esperaban los padres de Diego era que en el hospital donde nació el niño, el personal médico no tuviera idea de cómo tratarlo. "No contaban con el equipo y las enfermeras no sabían cómo manejarlo", recordó su mamá, Nicolle Reyes.

En Puerto Rico, uno de cada mil recién nacidos es diagnosticado con labio o paladar hendido -conocido comúnmente como labio leporino- una condición congénita que no solo afecta al paciente de forma estética, sino que dificulta además el habla y hasta la manera de alimentarse.

Según narró Reyes, un familiar consiguió en el hospital San Jorge unas botellas especiales que les sirvieron para poder darle leche.

A las dos semanas de nacido, Diego y su mamá, beneficiarios del seguro médico gubernamental Mi Salud, llegaron hasta la Fundación de Niños San Jorge en busca de más ayuda, y allí consiguieron desde orientación adecuada sobre la condición, hasta encaminar las operaciones que necesitaba para corregir su malformación.

La Fundación de Niños San Jorge cuenta con una clínica de labio y paladar hendido, donde un equipo multidisciplinario compuesto por cirujanos plásticos, otorrinolaringólogos pediátricos, odontólogos pediátricos, cirujanos orales y maxilofaciales, ortodoncistas, patólogos del habla, trabajadores sociales y enfermeros se encargan de orientar y tratar a niños y padres todos los últimos viernes de mes a partir de la 1:00 p.m.

En el caso de Diego, al mes de nacido ya había sido operado por primera vez, gracias a la ayuda que le brindaron en la Fundación. Le corrigieron la fisura en su labio y le trataron la otitis media, un tipo de infección que provoca una inflamación interna del oído y que comúnmente padecen los pacientes con labio hendido. A los nueve meses entró nuevamente al quirófano. Esa vez le corrigieron la hendidura en el paladar.

Hoy, a sus dos años y cinco meses, Diego Alejandro es todo un parlanchín. Y aunque todavía le...

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