Diálogo a múltiples voces

Por Carmen Dolores Hernández

Diverso, creativo, reflexivo, Néstor Otero entabla aquí una conversación directa con el lector/espectador. Revela, en imágenes y palabras y a través de memorias y reflexiones, quién es, qué ha hecho, cómo lo ha hecho y qué piensa él mismo de ello.

El libro es una creación en torno al creador. La conversación sobre ese tema, a diferencia de lo que sucede en muchos casos, resulta interesante para todos. El diálogo se plantea a partir de un deseo de entender y ser entendido. Otros intervienen: hay dos entrevistas hechas por Elsa María Meléndez y Elaine Delgado Figueroa, varias opiniones sobre su obra y ensayos sobre ella de personalidades como Fernando Cros, Doreen Colón Camacho, Silvia Karman Cubiñá y Miriam Muñiz Varela.

Las imágenes ocupan el libro junto con las palabras; unas y otras se documentan recíprocamente, se disputan el espacio, se realzan, se completan y establecen un juego en el que por momentos dominan o son dominadas. Hay dibujos, fotos de esculturas e instalaciones y diseños gráficos que afectan y alteran la disposición de los textos. Es otro diálogo. Las palabras dan cuenta de una vida y de los espacios y tiempos que la definieron. Las imágenes dan fe del trabajo, de la exploración, del logro.

La vida de Néstor Otero ha sido un diálogo entre sus dos espacios vitales: el Puerto Rico en el que nació y el Nueva York en el que se crió; la ciudad cosmopolita donde inició su trabajo como tipógrafo en círculos publicitarios y donde incursionó en el arte digital, y la ciudad caribeña donde desarrolló su arte innovador y donde incorporó el de ilustrador a sus muchos quehaceres.

Este...

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