Diamantes sobre el diamante

Por Rubén A. Rodríguez

rrodriguez1@elnuevodia.com

También el año que está por concluir dejó un sabor exquisito en el fanático del béisbol al registrarse un par de hitos que quedarán enmarcados para la historia.

Este fue el año de Yadier Molina, quien por derecho propio se ha ganado la distinción de ser el mejor receptor de todas las Grandes Ligas.

El máscaras de los Cardenales de San Luis comenzó el 2012 obteniendo una jugosa recompensa de parte de la gerencia del equipo.

En marzo, mientras se llevaban a cabo los campos de entrenamientos, Molina firmó una extensión de contrato por cinco años y $ 75 millones. El promedio de $ 15 millones por temporada es el segundo más alto en la historia para un receptor.

La cantidad global representa la tercera más alta.

Molina, quien comenzará a devengar su nuevo salario este año, pagó con creces este contrato al tener la mejor actuación de su carrera de nueve años en las Mayores. El doradeño finalizó con promedio de .315 con 22 jonrones y 76 remolcadas.

Sus números le valieron ser considerado como candidato al premio de Jugador Más Valioso. Molina también hizo el Juego de Estrellas -aunque no participó- y además ganó su quinto Guante de Oro seguido.

Otro de los jugadores boricuas que tuvo una actuación destacada en el 2012 fue Carlos Beltrán, también de los Cardenales.

El jardinero de 35 años rejuveneció en San Luis. Finalizó con promedio de .269 con 32 vuelacercas y 97 remolcadas.

El manatieño también alcanzó una gesta durante la temporada al convertirse en el primer ambidextro que acumula 300 jonrones y 300 bases robadas.

Molina y Beltrán llevaron a los Cardenales de San Luis a la postemporada, donde perdieron en siete juegos en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante los Gigantes de San Francisco.

Por su parte, Alexis Ríos retomó su carrera tras un decepcionante año 2011. El espigado guardabosque de los Medias Blancas de Chicago concluyó con .304 con 25 cuadrangulares y 91 impulsadas. Además se estafó 23 bases.

Por último, pero no menos importante, el pimentoso jardinero de los Gigantes, Ángel Pagán, tuvo un año de ensueño en la Bahía.

Tan es así que en su primera participación con los Gigantes contribuyó para que la novena ganara la Serie Mundial.

El llamado Caballo Loco -por su estilo agresivo de jugar- se ganó el corazón de los fanáticos de la Bahía y de la gerencia del equipo que lo compensó a principios de mes con un contrato de cuatro años y $ 40 millones.

Pagán finalizó la temporada...

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