Días difíciles en el desierto

Sandra Caquías Cruz

"CADA VEZ que estaba en una situación de vida o muerte, siempre pensaba en la misma oración: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu'".

Así se expresó Isabel Otero Vélez, de 33 años, a quien una vez le explotó un cohete a tres pies de distancia, dormía bajo un toldo manchado con excremento de paloma, llegó a estar días sin poder bañarse y se encontró en medio de tiroteos varias veces en un año.

"Yo estuve en combate", dijo Otero Vélez, quien asegura que vio morir a cerca de 20 soldados.

La sargento de la Guardia Nacional explicó que ella es especialista supliendo municiones y así lo hizo para 10,844 soldados en Irak entre 2003 y 2004. Esto la llevaba a estar directamente en combate, una experiencia que no necesariamente viven todos los activados porque hay unidades de apoyo que -aunque en situaciones de peligro- no incluyen estar frente a enemigos armados.

Otero Vélez recordó que en ese periodo, en el que trabajaba junto con el Tercer Regimiento de Caballería Armada, extrañó poder lavarse el pelo y darse un baño adecuado.

Recordó en especial que ir al baño...

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