'Si dicen que no, voy a liquidarlo faltando'

Por Marga parés Arroyo

mpares@elnuevodia.com

El maestro René Quiñones, por ejemplo, cuenta con 18 días en exceso de enfermedad y espera "el enfermito" para darse unos gustitos en vacaciones y hacerle arreglos a su casa.

"Si dicen que no (van a pagarlo), voy a liquidarlo faltando, aunque espero que lo paguen", dijo.

La maestra María Balaguer también lo espera para pagar cuentas y matrículas de sus nietos.

"Esto (la falta del pago) provoca ausencias, porque los maestros se sacrifican para venir diariamente. Tengo asistencia casi perfecta y es algo que por ley nos corresponde", dijo.

"Apenas falto, mi propósito son los muchachos y es bueno que te premien", dijo el maestro Yaureybo Jordán, mientras la maestra Haydée Escribá señaló que no vive pendiente al "enfermito", aunque recalcó que lo usaría en gastos de sus dos hijos.

Según Perfecto Trabal, director de la escuela Juan E. Miranda, en Guaynabo, el problema de ausentismo de maestros por la suspensión de este beneficio no es una situación nueva, sino que es parte de la crisis económica que permea desde hace varios años.

"Esto era un incentivo...

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