De Diego y Matienzo

ROBERTO CARDONA UBIÑAS

ABOGADO

Matienzo, calmadamente, fundamentó su tesis sobre la sacralidad de la vida, el derecho del reo a la expiación, la posibilidad de su rehabilitación, lo irreparable de una condena injusta, el estado de indefensión que generan la pobreza y los prejuicios, el fracaso íntimo de una sociedad ejecutora, el patetismo moral de la figura del verdugo.

Sus palabras destilaban la savia de los principios que treinta años antes expusiera con solvencia y decoro absolutos Manuel Corchado Juarbe en su célebre discurso del Ateneo de Barcelona en contra del castigo que, si bien no era inusitado, era innegablemente el más cruel.

Tanto se agigantaban el poder de convencimiento y la elocuencia de Matienzo que el aguadillano exaltado interrumpió el discurso de su antagonista profiriendo en alta voz: "¿Que haría Su Señoría con el asesino de su hija?" Impertérrito Matienzo contestó al vuelo: "¡Lo...

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