Distinción particular

Por Luis Rafael Trelles

Especial El Nuevo Día

La medalla de la fundación que lleva su apellido se convirtió en un honor casi secreto para reconocer la lucha por la defensa de la cultura en sus distintas manifestaciones.

Varios recipientes recuerdan ser convocados espontáneamente a la casa de don Ricardo para recibir el inusual homenaje.

Roberto Ramos Perea, dramaturgo y director del Ateneo de Puerto Rico, fue uno de los últimos en recibirla, en mayo de este año.

"Él te sentaba en su salita y te decía 'te estoy dando esta medalla y viene con una responsabilidad muy grande' ".

El historiador Pedro Reina Pérez también recuerda la sencillez de la ceremonia: "Un día me llamó y cuando llegué tenía una medalla, un estuche y una dedicatoria para mí. Fue uno de sus últimos deseos: reconocer a personas que él quería reconocer".

Lo repentino del acto, desprovisto de cualquier pretensión o fanfarria, le tomó desprevenido.

"Yo sabía de la fundación que había montado para dejar su legado", expresa...

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