Divina travesía

Por Raisa Rivas Español

La perfecta estampa caribeña. Fue St. Thomas el puerto de embarque del Seabourn Legend, el crucero que nos llevaría por algunas de las divinas islitas vecinas, entre ellas la ultra chic St. Barth y Jost Van Dyke.

En un par de minutos abordamos y nos dimos cuenta de que -si bien la ruta era apetecible- lo más llamativo del viaje estaba dentro del barco. Íntimo, de 208 pasajeros y 167 tripulantes, hacía honor a la fama de Seabourn de tener casi un tripulante por cada huésped.

Sabíamos que la nave tenía todas sus cabinas suites, pero cuando nos escoltaron a la nuestra, quedamos impactados. Era la 'Owner Suite', la más grande del barco y lucía como un apartamento de corte contemporáneo. Con amplia sala-comedor y un gran ventanal de pared a pared, tenía una cómoda habitación separada, con vista al mar, dos lujosos baños a puro mármol repletos de los exclusivos productos Molton Brown, un 'walking closet' donde había batas afelpadas, sandalias de baño y un closet adicional. Para completar un gran balcón-terraza con dos sillas reclinables.

Allí nos esperaba Daniela, nuestra camarera. La chica rumana elegante, correcta y muy simpática, nos mostró de...

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