Las dos caras de un genio cinematográfico

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Se le pregunta por qué optó por hacer el filme. "Porque me lo ofrecieron", contestó sin parpadear.

"No te dejes intimidar", me dice Roonie Mara, quien acaba de terminar su segunda colaboración con Fincher. "David es una persona que constantemente necesita un reto. Llevamos un mes y medio haciendo entrevistas. La realidad es que si algo le interesa de verdad no va a parar de hablar".

Y, efectivamente, más tarde el David Fincher que se sienta hablar con El Nuevo Día es la versión opuesta del de la conferencia de prensa: humilde, con buen sentido del humor y totalmente apasionado sobre el tema de hacer películas.

Me impresionó mucho que lograra darle una urgencia fílmica al proceso de investigación de la trama. ¿Eso estaba presente en el guión o surgió durante la filmación? Porque algo que podría ser aburrido resultó muy interesante.

Esperemos que sí, porque tenemos casi 45 minutos de eso al principio del filme. Eso ya estaba bastante presente en el guión, pero fue un poco de las dos. Uno sabe que todos esos detalles hay que hacerlos lo más rápido posible, porque si no es el equivalente a que te tiren ácido en los ojos. Me alegra mucho que lo hayas percibido de esa forma. Como director es lo más difícil de filmar sin caer en un estado de narcolepsia.

¿Peor que hacer una rueda de prensa?

(Me mira y ríe a carcajadas) No, no tan malo como eso, pero por ahí va la cosa.

Me pareció interesante que describiera la función de un director, como resolver problemas.

Es que eso es lo que es en realidad. Hay un millón de opciones que puedes tomar y no vas a poder intentarlas todas. Pero sí puedo asegurarme de eliminar todo lo que se puede convertir en una distracción o que se convierta en un obstáculo para que el público pueda conectar con la trama. Para alguien que nunca ha ido a una filmación de seguro le parecería ridículo que se inviertan tres horas pintando la superficie de una puerta. Pero si cuando filmamos una luz se ve reflejada en esa puerta, el público se va a fijar en...

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