Dos hermanos, una sola misión

La cartelera en la que los invictos campeones semipesados Artur Beterbiev y Oleksandr Gvozdyk buscarán unificar sus títulos el próximo sábado en el Liacouras Center, de Filadelfia, tendrá un significado muy especial para los boxeadores boricuas, Joseph y Jeremy Adorno.Además de ser la primera vez que los hermanos pelearán en una misma cartelera como profesionales, ambos púgiles sienten que honran a su padre y entrenador, Aníbal Adorno, a quien una mala pasada le robó la oportunidad de convertirse en boxeador profesional.Resulta que en el 2003, Aníbal sufrió un accidente mientras instalaba un acondicionador de aire en el que perdió la visión de un ojo. Eso sucedió cuando estaba a punto de firmar un contrato para debutar en el boxeo rentado.Dieciséis años después, son sus hijos los que intentarán brillar en un cuadrilátero. Joseph, de 20 años y con récord de 13-0 y 11 nocauts, lo hará ante el argentino Damian Alejandro Sosa. Mientras, Jeremy, de 18 y cuya foja es 2-0 con un nocaut, enfrentará al mexicano Misael Reyes (1-2).Un accidente que lo cambió todoJoseph y Jeremy tenían cinco y tres años, respectivamente, cuando su papá tuvo el accidente que le cambió el rumbo de su vida en aquel momento. Una vez Aníbal se dio cuenta que su carrera boxística había llegado a su fin, la frustración se apoderó de él. "Al principio (del accidente) lo cogí como si fuera un vacilón. Decía chavando: ‘Me quedé tuerto’. Pero cuando empezaron a pasar los meses y los meses, yo dije: ‘Pérate, esto es serio’. Cuando fui a una cita y me dijeron que no iba a poder boxear, me frustré completamente", recordó."Ese día que me dieron la noticia de que había sufrido un daño severo en la retina, llegué a casa y me volví loco. Rompí periódicos, medallas, las correas que me había ganado como aficionado... Olvídate, todos los recuerdos. Creo que se salvó una cinta (de video) porque la tiene mi papá", agregó Aníbal.Tiempo después del accidente y tras ver que Joseph imitaba sus movimientos como boxeador, Aníbal decidió un día mover todos los muebles de la sala para comenzar a entrenar a sus pequeños. Joseph entró a un cuadrilátero a los seis años y Jeremy a los cuatro. "Nosotros empezamos a entrenar en la sala de nuestro apartamento, en el residencial Manuel A. Pérez (en San Juan). Sacábamos las mesas y allí era el ring. Tenemos videos de eso. Yo guanteando con Jeremy, que se quejaba con papi y le decía: ‘Es que Joseph me da duro’. Cada vez que lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR