Dos muertos conversan
LUIS RAFAEL SÁNCHEZ
ESCRITOR
-¿Dónde estamos?
-En el limbo.
-¿Qué es el limbo?
-Donde las almas esperan.
-No la veo.
-Pero, me oyes.
-Sí.
-En el limbo no se ve nada.
-¿Por qué?
-Al limbo no llegan los cuerpos.
-¿Qué cosa llega al limbo?
-Las almas.
-¿Qué quiere decir almas?
-Conciencias.
-¿Qué quiere decir conciencias?
-Lo que distingue a la gente de las bestias.
-¿Tienen conciencia los asesinos?
-Sí, pero ensangrentada.
-¿Dónde están nuestros cuerpos?
-En las tumbas.
-Mami va a llorar a mi tumba.
-Las tumbas son para llorar.
-A los allí enterrados.
-Eres un niño inteligente.
-Mi papá es más inteligente.
-¿Recuerdas a tu papá?
-Un montón.
-Los vivos lloran.
-¿Y los muertos?
-Saliste muy preguntón.
-Porfa.
-Los muertos recuerdan.
-¿Nadie va a llorar a su tumba?
-Claro que sí.
-¿Cuándo nos sacan del limbo?
-Cuando los enjuicien.
-¿Qué quiere decir juicien?
-En-jui-cien.
-Eso.
-Juzgar a quienes nos mataron.
-Juzgar suena a jugar.
-Son palabras distintas.
-Pero, se parecen.
-Tienes razón.
-¡Gol!
-Unos jueces juzgan, otros juegan a que juzgan.
-¿Le dolió?
-¿Qué?
-Cuando la mataron.
-Me dolió el primer balazo.
-¿Cuántos fueron?
-Dicen que catorce.
-Yo me desangré.
-Dicen que te dejaron desangrar.
-¿Usted sabe quién la mató?
-Sí.
-Yo también sé quién me mató.
-De nada vale, los muertos no servimos de testigos.
-Mami quería que me cremaran.
-¡Qué interesante!
- Morí a los ocho años.
-Yo a los cuarenta y seis.
-¿Cómo se llama?
-Muerta.
-En serio.
-De veras que me llamo Muerta.
-Si me dice el suyo le digo el mío.
-Te llamas Muerto.
-Porfa.
-Si insistes me callo.
-¿Castigarán a quienes nos mataron?
-Si salen culpables van presos.
-¿Y si salen inocentes?
-Van a casita a comer sopitas.
-Pero, ¡si ya nos mataron!
-La justicia moja y seca.
-¿A dónde irán nuestras almas?
-A juntarse con sus cuerpos.
-Después que salgamos del limbo.
-Exactamente.
-El limbo es como un "family".
-Ahora soy yo quien no entiende.
-En el "family" uno está un ratito.
-Ajá.
-Pero, después uno se va al cuarto a dormir.
-Me estoy riendo.
-¿Los muertos pueden reírse?
-Reírse provoca salud.
-Los muertos no necesitan salud.
-Hablé como si estuviera viva.
-¿Y después del limbo qué?
-La redención.
-¿Qué quiere decir redención?
-Quedar libre de sufrimiento.
-Voy entendiendo.
-Quedaremos libres de sufrimiento el día que encarcelen a quienes nos robaron la vida.
-Usted dice vida con mucho coraje.
-A quienes nos robaron los sueños.
-Usted dice sueños con gran rabia.
-Tengo un monte de rabia...
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