Dramáticos testimonios de la tragedia

Nota del editor: esta historia contiene algunas descripciones, vinculadas a una masacre, que pudieran herir la sensibilidad de los lectores. Sugerimos precaución.A las 2:53 p.m. del 24 de febrero de 1992, el jurado fue conducido al salón de deliberaciones para sellar el futuro de Antonio Ramos Cruz y Juan Carlos Meléndez Serrano, acusados por el asesinato de Haydée Teresa Maymí Rodríguez y sus niños, Eduardo y Melissa. A las 4:55 p.m., llegó el veredicto unánime: culpables.Van 34 años desde que la llamada masacre de Trujillo Alto de 1989 sacudió a Puerto Rico, por la naturaleza violenta y cruel del crimen. Los hechos ocurrieron en la madrugada del lunes, 26 de junio de 1989. Los cuerpos fueron hallados miércoles, dos días después.En el juicio, que inició el 27 de enero de 1992, declararon familiares, vecinos, conocidos de las víctimas y agentes investigadores. Establecieron desde lo que parece más sencillo -como la hora en que Maymí Rodríguez llegó a su hogar el 25 de junio de 1989, "a eso de las 8:45 de la noche"-, hasta detalles escalofriantes.Una vecina de la occisa declaró que, la madrugada de los hechos, la despertó un "grito violento de angustia" proveniente del hogar de la occisa. Le siguió, según la testigo, el llanto de un niño implorando "no me pegues". A eso de las 4:00 a.m., "los gritos se apagaron en el vacío".Empero, los testimonios principales fueron los de dos hermanos -menores de edad- vecinos de las víctimas, que ubicaron en la escena a Ramos Cruz y Meléndez Serrano, sentenciados a 297 años de cárcel por la masacre."Se ha criticado mucho que no se debió haber creído a estos dos adolescentes. (…) Estuve allí presente cuando ellos declararon y me pareció que era prueba suficiente que, de ser creída, justificaba que el jurado emitiera su veredicto. Y, por lo tanto, le pasé el caso al jurado, porque el juez no puede usurpar la función del jurado", señaló vía telefónica a El Nuevo Día el licenciado Hiram Sánchez Martínez, el juez superior que presidió el juicio contra Ramos Cruz y Meléndez Serrano.Como parte de su testimonio, uno de los hermanos, José Manuel Martínez Maldonado, relató que la noche del 25 de junio de 1989 observó a ambos convictos frente al hogar de la occisa, a eso de las 10:00 p.m., y luego "a eso de la una o una y treinta de la madrugada". Tras dar un recado a su hermana, se quedó hablando con ellos.Según una sentencia del Tribunal Supremo de Puerto Rico de 1999 -que confirmó los veredictos- el testigo narró...

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