EN DUDA LA TRADICIÓN DEL PESEBRE

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

Sin embargo, habrá quienes se preguntarán qué exactamente ocurrió hace más de dos mil años y cómo ese suceso transformó el mundo que se conocía hasta entonces.

¿Nació Jesús un 25 de diciembre? ¿Fue en Belén o en Nazaret? ¿Vino al mundo en un pesebre con una mula y un buey a su lado? ¿Fueron reyes o magos quienes lo visitaron?

Estas interrogantes -que no ponen en duda el hecho de que Jesús nació, sino las circunstancias en torno a ello- cobran más peso en estos días, luego que el papa Benedicto XVI plasmara algunas de ellas en su libro titulado La infancia de Jesús.

A tales efectos, El Nuevo Día conversó ayer con cuatro expertos en temas religiosos, quienes coincidieron en que muchos hechos en torno al nacimiento de Jesús son altamente teológicos, es decir, que los avances históricos y científicos no han podido corroborarlos.

Uno de esos hechos es la fecha exacta del nacimiento, ya que en la Biblia no se menciona el 25 de diciembre, ni la época de invierno.

"Cuando el cristianismo hizo un sincretismo con el paganismo muchas tradiciones se incorporaron a la Iglesia romana. El 25 de diciembre es una fiesta pagana de este nacimiento, que no tiene validez bíblica, ni es una tradición temprana preconstantina", dijo el arqueólogo bíblico Efraín Velázquez.

Así las cosas, el nacimiento pudo haber sido entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, o sea, en otoño.

Según explicó el profesor de geografía de la religión José Longo, los primeros en conocer sobre el nacimiento de Jesús fueron los pastores, quienes no sacaban a sus animales en invierno.

"No hay pastores en diciembre en Medio Oriente; es una época fría y lluviosa. Lo que hacen los pastores es esconder sus animales para evitar que se congelen. El texto bíblico no menciona animales en el nacimiento", manifestó Longo.

Empero, Velázquez, Longo y el teólogo Luis Rivera Pagán señalaron que, como Jesús nació en un pesebre, es de suponerse que sí había animales.

En ese caso, sostuvo Velázquez, es muy probable que hubiesen sido cabras y ovejas en vez de mulas y bueyes. "Hay evidencia de defecación animal que sustenta eso", indicó.

Longo, entretanto, comentó que la incorporación de la mula y el buey pudo darse a principios del siglo XIII, cuando San Francisco de Asís recreó el primer nacimiento para celebrar la Navidad.

"En el contexto geográfico de la Italia medieval sí vamos a identificar mulas y bueyes, pero en Oriente eran cabras y animales...

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