Dueña de su vida

pvargas@elnuevodia.com

Su exuberante belleza le ganó el mote de "La Muñeca de chocolate" y llevó a la última de las divas de una época de oro a ser aclamada en países como Cuba, México, Argentina, España, Portugal, Colombia, Urugüay, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.

Luz Ercila Fabery, la quinta de ocho hijas del matrimonio compuesto por Rafael Fabery, director de orquesta, y su esposa, la principal de la escuela Petra Zenón, recordó que desde chiquita, cuando acompañaba a sus hermanas a pasear por la plaza pública de su pueblo, Humacao, ya soñaba con los escenarios.

"Íbamos a la plaza después de la iglesia y mientras mis hermanas hablaban de los muchachos que les gustaban, mi mente volaba. Soñaba que visitaba muchos países, esos sobre los que leía en la biblioteca de mi casa. Como me gustaba cantar, aunque la familia no lo sabía, pensaba que todo el mundo me aplaudía, y así fue. Ellas se casaron, tuvieron hijos, y yo me dediqué al éxito que logré a través de mi carrera", reveló la artista.

Pero antes de llegar a realizar sus sueños, Lucy, quien venía de un hogar muy estricto, estudió en la Escuela Libre de Música y en la Universidad de Puerto Rico, donde se formó como maestra y técnica de rayos x, carreras que nunca ejerció.

"Llegué a hacer la práctica como técnica de rayos x y con la primera paciente que le saqué una placa casi me desmayo. El doctor me dijo que me había equivocado de profesión. También hice la práctica de maestra y los niños se quedaban tranquilos conmigo porque yo como que los hipnotizaba al hablar. Un día la directora me pidió que les cantara por las mañanas Un pajarito vino ya, y eso fue como si hubiese cantado en el Carnegie Hall porque los estudiantes me aplaudían mucho".

Así fue como el pajarito voló de las aulas. La misma noche que interpretó un himno compuesto para ella por Bartolomé Bover, director del coro de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en un reinado de la facultad de pedagogía, fue contratada por Félix Benítez Rexach y su esposa, dueños del hotel Normandie, quienes habían asistido al evento.

"Estaba loca de contenta porque iba a debutar como solista en el teatro de la UPR. Tenía el pelo bien largo y me hacía dos trenzas. Mamá me decía: 'el día que tú te valgas por ti te afeitas las piernas, te sacas las cejas y haces lo que tú quieras hasta cierto punto'. Así que cuando el matrimonio Benítez Rexach se acercó a mí temblaba de la alegría. Mi mamá que estaba conmigo, les dijo: 'tienen que...

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