Dulce manjar VIENÉS

Viena

Por Nanny Torres

En una entrevista reciente en la revista Food y Wine a la chef italoamericana Lidia Bastianich le preguntaron qué delicia le ha cautivado en sus múltiples viajes. "Sacher Torte"!, exclamó. (Torta Sacher, en español.)

"En Viena, es una tradición en la víspera de Año Nuevo ir a la Wiener Staatsoper (Casa de la Ópera) y ver 'Die Fledermaus' de Johann Strauss II y eso hicimos. Parecía que toda la ciudad se dio cita en el lugar. Al salir vimos que todos se dirigían al Hotel Sacher ya que es una tradición degustar un 'kaffee' y un pedazo de la mítica Torta Sacher. Bien pudo ser el momento, la música, la nieve, pero ese pedazo de torta Sacher es uno de mis recuerdos gastronómicos preferidos", expresó Bastianich, conocida en la isla por su popular programa de cocina "Lidia's Italy" que se transmite por SíTV Canal Universitario Ana G. Méndez.

Esta dulce tentación a la que hace referencia la chef Bastianich es una tarta de chocolate típica de Viena, Austria, que consiste en dos planchas gruesas de bizcocho de chocolate separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate negro por encima y los lados. Mmmm!

El chocolate que cubre la torta permite que se conserve períodos largos. Tradicionalmente, se suele acompañar de crema chantilly. My God, se me hizo la boca agua.

La tarta Sacher o Sachertorte es un pastel de origen vienés, creado por Franz Sacher. Su origen no está del todo claro pues varias lecturas gastronómicas sugieren que el chef pastelero del príncipe de Metternich lo creó con ocasión del Congreso de Viena (1814-1815), mientras otras establecen que fue inventada en 1832 por un entonces joven aprendiz de repostería -Sacher-, para deleitar a un selecto grupo de invitados del príncipe Klemens Wenzel von Metternich.

Dulce la torta, pero un tanto amarga la polémica que rodeó a este pastel durante años y dividió a la ciudad de Viena. Les cuento que tras pasar 16 años trabajando en Bratislava y Budapest, Sacher volvió a Viena y abrió una tienda de delicatessen y vinos. Eduard, el hijo mayor de Franz Sacher, fue aprendiz de repostero en la confitería vienesa Demel. Allí empezó a confeccionar la tarta de su padre en la forma que hoy se conoce. En 1876 fundó el Hotel Sacher, todavía hoy existente, y comenzó a vender la Sachertorte. Tras la muerte de Eduard Sacher, su esposa Anna continuó administrando el hotel.

¿La polémica? Nada más y nada menos que por la receta. Los defensores de...

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