DULCE FRUSTRACIÓN
Por Juanma Fernández-París
Especial El Nuevo Día
Cuarón decidió ofrecerte el rol en Gravity en un momento donde te habías propuesto no trabajar y dedicarte a tu vida personal. ¿Por qué decidiste reunirte con él a discutir la posibilidad de hacer el filme?
Porque llevo años soñando con la posibilidad de trabajar con él. El chiste en mi oficina es que cada vez que escogíamos un proyecto para producir nos preguntábamos '¿Crees que Alfonso Cuarón lo querrá dirigir?' y claro, la contestación era que 'no' porque él solo trabaja en proyectos donde él genera su propio material. Así que no podía pasar la oportunidad de, por lo menos, sentarme a hablar con él un rato. Además, él se encargó de que yo no pudiera decir que no porque vino hasta Austin, Texas (donde Bullock tiene su residencia privada y varios negocios) para hablar.
¿Qué te convenció?
Nos dimos cuenta que nuestras sensibilidades artísticas estaban completamente alineadas. No hablamos de cómo se iba a filmar o de los aspectos técnicos. Hablamos de nuestras filosofías de vida y qué oportunidades había de reflejarlas. Para mí, es mucho más interesante la historia de alguien que no tiene nada por qué vivir, y lucha por sobrevivir, que la historia de alguien que está tratando de regresar a la Tierra para no perder a su familia. En eso estuvimos de acuerdo y en muchas otras cosas de cómo lograr que el desarrollo del personaje fuera más fuerte e interesante. Así que después de esa charla quedé convencida de que si decía que 'no' me iba a perder de uno de los proyectos más retantes e importantes de mi vida. Y tengo que admitir que me sentí validada de mi conexión con Alfonso, porque es bien rara la vez cuando conoces a alguien que admiras que no salgas decepcionada. Pero él sobrepasó todas mis expectativas. (sonríe) Pero claro, la luna de miel duró poco.
¿Por qué? ¿Lo has descrito como el director con el que mejor has colaborado?
Sí, eso es completamente cierto. Pero la realidad es que la adversidad que enfrenta mi personaje en la historia fue paralela a la adversidad que enfrentamos para hacer esta película a nivel técnico. El estudio financió este filme en un acto de fe, porque los retos técnicos eran tan grandes que no teníamos la más mínima idea de cómo lo íbamos a hacer. A nivel técnico lo tuvieron que inventar casi todo y además de todo eso, pues me tenía a mí que no tuve reparos en detenerme a discutir cuando las cosas no...
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