Economistas truenan contra recorte laboral

Ante la posibilidad de que los empleados de gobierno se enfrenten a un recorte laboral, que tendría como consecuencia la reducción del 20% de su salario a partir del 1 de septiembre, la Asociación de Economistas de Puerto Rico (AEPR) se unió ayer a la ola de críticas que ha recibido la medida propuesta por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), al advertir que esto terminará por costarle a la economía del país pérdidas de unos $864 millones anuales.

El economista y vicepresidente de la AEPR, José Caraballo Cueto, detalló que se trata de unos 100,000 empleados públicos que se verán impactados por la decisión de la JSF, que desencadenará en una reducción en los gastos de consumo y por consiguiente también afectará a los comercios del país.

“Según la misma Junta ha establecido como impacto directo en salarios, solamente son unos $480 millones que no se pagarán ante la reducción en nómina. Sumando el impacto indirecto por el dinero que se dejará de gastar en consumo y la reducción que tendrán los negocios, se estiman que serán sobre $864 millones”, afirmó Caraballo Cueto en entrevista teléfonica con El Nuevo Día.

“Estamos hablando de hundir aún más la economía en el hoyo en el que se encuentra”, agregó.

Por su parte, la presidenta de dicha asociación, Martha Quiñones, señaló que “esta reducción impone algo similar a un impuesto de 20% mensual, que aunque no está definido, en la práctica los hace un 20% más pobre. La pregunta es si los jefes y contratistas de las agencias del gobierno y de la Junta de Control Fiscal tendrán el 20% de recorte también. Si las empresas que gozan de subsidios gubernamentales también sufrirán el 20% de recorte o la total eliminación de ese mantengo corporativo”.

Según Quiñones, el empleado público del gobierno central aporta más que los empleados de las corporaciones públicas, donde los salarios son mayores y más que otros sectores en Puerto Rico. Al tiempo, advirtió que lo que traerá como consecuencia es que muchas personas no puedan cumplir con sus obligaciones financieras porque no tendrán los ingresos suficientes. “Esto también reducirá la capacidad de consumo de cada uno de ellos, lo que afectará directamente al pequeño y mediano comerciante”, añadió.

La presidenta sugirió que la mejor forma de empezar por los recortes es identificando dónde se está desperdiciando el dinero del gobierno, el cual afirmó no es necesariamente en los empleados públicos que son los que están produciendo.

Una de las propuestas de los...

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