Educadores de Tai-Chi

Pedro Rentas Sotomayor y Julio Caraballo Rivera llevan años ofreciendo clases de Tai-Chi y recientemente se unieron al grupo de voluntarios de la Cruz Roja Americana para enseñarles a personas afectadas por los terremotos, en el área suroeste, cuánto se pueden beneficiar de ese arte marcial, que ayuda a bajar la ansiedad y mejorar el ánimo.Llegaron a esa disciplina de forma distinta, pero ambos decidieron estudiarla a profundidad y convertirse en maestros para que, como ellos, otras personas pudieran mejorar su salud física y mental. Existen varios estilos de Tai-Chi y ellos enseñan el que combina movimientos lentos y suaves, lo cual permite que personas de todas las edades y con diversas condiciones de salud puedan practicarlo.Pedro, natural de Juana Díaz, cuenta que se crió en Nueva York y cuando regresó a la isla a sus 32 años comenzó a trabajar con una empresa de transporte marítimo, de la cual se retiró en 2003 sin tener más amigos que sus compañeros de trabajo."No sabía qué hacer y me iba para la plaza y gastaba demasiado dinero. Hasta que un día, que me dio taquicardia y estuve en el hospital. Un compadre fue a verme y me dijo: ‘Tú lo que necesitas es Tai-Chi’. Fui a una clase que él daba en el Parque Central y me gustó. Yo tenía 59 años y medio y a los 60 le dije: ‘Voy a cambiar mi vida voy a dedicarme al Tai-Chi", recuerda.Desde entonces, se capacitó y comenzó a ofrecer clases, primero en la escuela de su compadre y luego con un plan médico.De todos los beneficios que ofrece esa disciplina china, Pedro destaca que ayuda a "calmar la mente y a ver que los problemas no son tan grandes y que uno los puede resolver si los coge uno a uno".Julio, por su parte, explica que "este arte marcial está directamente asociado con la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, al incorporar la meditación, el balance y los ejercicios rítmicos de respiración. Es una meditación en movimiento".Sobre cómo funciona señala que son "unos movimientos de arte marcial, como ejercicios aeróbicos de bajo impacto, que cuando se combinan con la respiración mejora la circulación de la sangre y va aflojando esas tensiones dentro del cuerpo que, a su vez, provoca que ese estado de ansiedad vaya bajando. No es que (los problemas) desaparezcan de nuestras vidas, pero si tenemos esos estados controlados, nuestra mente funciona mucho mejor en cualquier evento".Sobre su acercamiento al Tai-Chi, Julio dice que fue hace unos 20 años "de pura casualidad". "Un día...

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