Efecto en cadena

Por Israel Rodríguez Sánchez

israel.rodriguez@elnuevodia.com

Como se anticipaba, los servicios esenciales de las agencias federales en la Isla no se vieron afectados o se interrumpieron parcialmente.

Ese fue el caso del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, que operó ayer como de costumbre, y de las oficinas del Seguro Social que ofrecieron servicios limitados a los ciudadanos.

Sin embargo, en otras agencias del gobierno estadounidense aquí, como el Servicio de Rentas Internas Federal (IRS) y la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), el cierre fue prácticamente total.

En momentos en que la economía de Puerto Rico sigue debilitada, si el cierre parcial del gobierno federal, se prolonga, puede suponer nuevos tropiezos para la Isla. Menos de la mitad de los cerca de $6,600 millones que recibe la Isla en fondos federales son gastos discrecionales afectados por el tranque fiscal, de acuerdo con la secretaria de la Gobernación, Ingrid Vila.

Pero las autoridades boricuas consideran que tienen un amortiguador de por lo menos dos semanas antes de que pueda haber inconvenientes con los desembolsos federales pendientes, según al secretario de Desarrollo Económico de Puerto Rico, Alberto Bacó.

Muchos desembolsos federales se hacen con retraso y la mayoría de las grandes asignaciones a la Isla no dependen de ser renovadas anualmente, como sucede con los fondos de gran parte de las oficinas federales que han tenido que cerrar operaciones o reducir sus servicios.

Ello no minimiza la dura realidad a la que se enfrentan ahora hasta 4,000 empleados federales en la Isla que desde ayer fueron enviados a sus casas al iniciar el nuevo año fiscal 2014 y no haberse aprobado el presupuesto de gastos ordinarios del Gobierno estadounidense.

"¿Cómo medir los efectos de esto? Esto es un ejemplo sencillo: Digamos que cierran un día. Son ocho horas de trabajo que se fueron. Son ocho horas de servicio público que no se dieron. Eso es un costo para la sociedad que necesita ese servicio público", explicó el economista José Alameda.

En el ejemplo hipotético de que los empleados federales aquí ganen a $20 la hora, habría que multiplicar esa cifra por ocho, que es el número de horas de la jornada diaria. "Son $160 que dejaron de recibir por el cierre (ayer)", dijo Alameda sobre estos empleados.

Pero el economista precisó que también hay un costo indirecto porque tiene que tomarse en cuenta que quizás ese empleado que no pudo trabajar ayer...

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