Ejemplo de perseverancia

Sentado en el banquillo de los Cerveceros de Milwaukee, Martín ‘Machete’ Maldonado aprendía, día a día, sobre el arte de la receptoría. Además, perfeccionaba sus habilidades cuando la dirección del equipo le daba la oportunidad de jugar un par de veces a la semana.

Eso lo hizo por espacio de seis temporadas. Durante ese tiempo, el naguabeño nunca dejó de trabajar.

Por el contrario, Maldonado se ganó el respeto de sus compañeros y rivales gracias a su extraordinarias habilidades defensivas y su poderoso brazo.

Pero algo le faltaba al apodado ‘Machete’. Necesitaba una genuina oportunidad de jugar a diario y probar que era uno de los mejores en su posición.

La primera buena noticia llegó como regalo navideño. En diciembre del año pasado, los Cerveceros decidieron cambiarlo a los Angelinos de Los Ángeles. Enseguida le llegó la segunda buena nueva: el dirigente Mike Scioscia le adelantó que sería el receptor regular en la campaña del 2017.

Era lo que el naguabeño esperaba escuchar tras seis temporadas de carrera en las Mayores. El resto estaba en sus manos.

“Fueron seis años tratando de recibir esta oportunidad y ahora tengo que aprovecharla al máximo”, dijo Maldonado cuando los Angelinos le dieron los aperos destinados a los receptores titulares.

En un genuino ejemplo de perseverancia, Maldonado se encargó de reciprocar la confianza brindada por el dirigente Scioscia y demostró lo que era capaz al llevarse el martes en la noche el Guante de Oro como mejor receptor de la Liga Americana.

Jugando en una liga diferente y trabajando junto a lanzadores con los que nunca había laborado, Maldonado lució impresionante en el aspecto defensivo. Finalizó líder en promedio defensivo con .998 en su liga.

Su por ciento para sacar corredores fue de 39%, el quinto más alto en las Grandes Ligas.

“Desde un principio el dirigente (Mike Scioscia) me habló de que mi trabajo aquí era la defensa. Me dijo que ‘si bateaba, bien. Si no, también’. Él tiene mucha confianza en mi juego defensivo, y eso es precisamente lo que me llevó de las Ligas Menores a las Grandes Ligas”, señaló hace unos meses Maldonado a este diario.

“No hice mucho. Creo que me ayudó la consistencia de jugar todos los días. Tuve a varias personas que trabajaron conmigo para mejorar poquitas cosas, una que otra. La clave fue el trabajo fuerte durante la temporada muerta, de mucha consistencia”.

Fueron pocos los que en el pasado dudaban de las habilidades defensivas del receptor boricua. Después de...

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