Elecciones

MAYRA MONTERO

ESCRITORA

No hay ni un solo planteamiento coherente sobre este asunto por parte de los principales candidatos. Ninguno ha dicho qué va a hacer para desalentar la construcción junto a las costas y, como promesa de un mejor país, preservar los pocos terrenos cultivables que quedan.

Ya para siempre tendremos que depender de la comida que importamos. Si ahora mismo se salvaran todas las tierras de potencial agrícola que hay en la Isla, lo máximo que conseguiríamos sería reducir entre un 20 o 30 por ciento la dependencia de las importaciones.

He oído hablar de agricultura a casi todos los candidatos a la gobernación. Me hace mucha gracia cuando prometen que obligarán a los comedores escolares a servir carnes y verduras del País, y que ordenarán que el Departamento de Corrección también use los productos de aquí para alimentar a los presos.

Uno tiene que llegar a la conclusión de que, o nos están tomando el pelo, o son unos ignorantes desconectados por completo de la realidad. Porque el problema no es el consumo, sino la producción. Si los niños en los comedores escolares dependieran de las carnes, granos y verduras que se producen en Puerto Rico, morirían de inanición. Y las cárceles se llenarían de tipos como el Conde de Montecristo, esqueléticos y alucinados.

A través de sucesivos gobiernos, no se ha hecho ni el menor esfuerzo por estimular los distintos sectores de la agricultura. Ahora se apuran para salvar el café, que se supone sea un renglón emblemático. Los anuncios que pasan por la radio, pidiendo recolectores para los cafetales, están tan llenos de promesas que uno pensaría que en lugar de ir al campo, se les está exhortando a pelear una guerra.

Dichos anuncios están dirigidos a los beneficiarios del PAN y de la tarjeta de salud, y se les asegura que aunque trabajen no les quitarán ayudas. Por el contrario, les pagarán incentivos por almud recogido, incentivos si el grano es maduro, más incentivos por hospedaje, u hospedaje gratis. Se necesitarían unos 9,000 braceros, que si vamos a ver no es tanto. Y ni con esas. Fracasa la recolección y se pierden entre 25 y 30 mil quintales de café cada año.

En medio de todo esto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Jennifer González, le presta vehículos oficiales a su colega, el nebuloso Eric Correa, para que reparta neveras y estufas entre los vecinos de un residencial de Carolina. A cambio de eso, cuelgan propaganda en los balcones. Cuando los periodistas cuestionan de...

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