Fascismo electoral

HÉCTOR FERRER

VICEPRESIDENTE DEL PARTIDO POPULAR DEMOCRÁTICO

De no derogarse esta ley seríamos el único país en el mundo que reforma una ley electoral para quitarle posibilidades de voto al ciudadano. Esto es una vergüenza y es una trampa.

La eliminación del voto mixto como lo conocíamos, la alteración del número de endosos que necesitan los ciudadanos para inscribirse como candidatos, la ampliación de las categorías que podrán votar por adelantado, en especial los policías, son cambios en la ley que apuntan a un caos creado por el Gobierno en las próximas elecciones.

Hablo como votante. Me preocupan enormemente las consecuencias de unas elecciones matizadas por una intención que va más allá de la democracia electoral que este país disfrutó desde la creación del Estado Libre Asociado. Se ha pretendido afirmar que la idea es que los electores voten por el partido en que creen y no presten el voto a otros para evitar que gane una elección. Sin embargo, ¿será posible que se le diga tranquilamente al pueblo que se le están quitando derechos? ¿Será posible que los individuos de un partido estén modificando la democracia de un país para que éstos atiendan sus intereses particulares? ¿Dónde quedó el respeto que le merecen el pueblo al cual representan?

Queda eliminada la posibilidad de que el voto por insignias sirva para mantener una franquicia. Pienso que si el elector desea mantener su franquicia, pero elegir a un gobernador de otro partido, puede hacerlo. Ésa es decisión del elector, no de Luis Fortuño o de la legislatura actual del PNP.

La nueva Ley Electoral es una barbaridad y nos aleja más que nunca de los pasos que tenemos que tomar ahora que el país está pasando por momentos difíciles.

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