Embalsamadora va por la corona

En el 2013 la modelo Karimar Quiñones Algarín, representó al pueblo de Carolina en Miss Mundo de Puerto Rico y quedó entre las semifinales. En aquel entonces, con 18 años de edad y en su primer año de universidad afirmó a El Nuevo Día que quería convertirse en embalsamadora de una funeraria. Sus palabras levantaron comentarios de asombro en aquel momento, sobre todo entre los seguidores de los certámenes de belleza. Sin embargo, ese deseo de hace seis años ya es una realidad; pues Karimar trabaja actualmente en la Funeraria García Memorial en Caguas tras obtener su título universitario. Además, está participando en Miss Mundo de Puerto Rico nuevamente perfilándose como una de las favoritas a ganar la corona este 29 de agosto. La nueva reina viajará al certamen internacional que se celebrará en Filipinas por primera vez."Este año me licencié y me quedé trabajando en la funeraria donde hice la práctica en Caguas. Me encanta lo que hago. Muchas personas me preguntan cómo relacionaba el embalsamar un cuerpo con lo que es un concurso de belleza, pero yo me baso en la parte estética del difunto, ya que además de la desinfección y preservación que envuelve nuestro trabajo, le damos mayor importancia a lo que es la parte estética ya que es la última imagen que los deudos ven del difunto", reveló la bella boricua de 5’7" de estatura.Karimar comparte que su equipo de trabajo como candidata se asombran y le hacen preguntas sobre cual es realmente su trabajo. "Les explico el procedimiento y cuando empiezo a explicarlo no quieren saber más del tema porque les asusta".La modelo realizó su práctica con los embalsamadores Félix Cruz y Juan Rosario, quienes al igual que el propietario de la funeraria, Edwin Montañez, siempre la motivaron a continuar con su propósito."En este campo muchas personas me podían tratar de subestimar por ser delgada o por ser mujer y ellos siempre me enfatizaron que no tenía nada que ver con mi desempeño y muchas personas que venían a recoger cadáveres se sorprendían al verme porque me encontraban muy joven y le preguntaban a los embalsamadores si yo podía hacer ese trabajo, pero ellos siempre confiaron en mí. Incluso en mi examen de reválida junto al presidente de la Junta y sus miembros, pese a que al principio estaba nerviosa, me sentí confiada y pude aprobar el mismo en el primer intento".El apoyo de sus padres, Tony Quiñones Arrollo e Iris Algarín Rivera, fueron vitales para conseguir sus aspiraciones."Ellos me han apoyado en...

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