Empobrece el 23% de los asalariados

Carlos Rodríguez (nombre ficticio para proteger la identidad) tenía 33 años, un hijo en edad preescolar y recién superaba un divorcio cuando se quedó sin empleo, por segunda ocasión, en menos de dos años.En ambas ocasiones, el despido fue por reestructuraciones en las fábricas en las que trabajaba.Al inicio, no le preocupó tanto. Pensaba que podía conseguir rápido un nuevo empleo. Después de todo, así fue la experiencia anterior, cuando apenas estuvo unos días sin trabajo. Pero allá para 2009, cuando ocurrieron los hechos, la depresión económica había comenzado, la manufactura en el país se contraía y se desaparecían las oportunidades para los ingenieros como él.Al cabo de seis meses, Carlos había perdido su apartamento, tenía sus cuentas congeladas al no poder pagar una deuda contributiva que heredó de su período matrimonial, no lograba cumplir con la manutención de su hijo y tuvo que pedir dinero prestado a familiares para poder cubrir sus gastos ordinarios.Poco antes de cumplir el año desempleado, Carlos consiguió un nuevo trabajo en una fábrica en el área de Ponce. Era un trabajo similar al que había hecho antes, asegurando la calidad de los productos que se elaboraban. La paga, sin embargo, era mucho menor a la que había tenido en sus empleos anteriores.Desde entonces, los aumentos han sido escasos y la capacidad adquisitiva de su cheque se ha ido deteriorando en la medida que aumentan los precios de los bienes y servicios en Puerto Rico."Es sobrevivir como mejor se pueda", dijo Rodríguez.Los que se quedaron atrásSu historia es probablemente casi un cliché que se repite en la vida de muchas personas en la isla.Un análisis a partir de datos del Negociado de Estadísticas Laborales de EE.UU. (BLS, por sus siglas en inglés) y del Departamento del Trabajo local muestra que, entre 2008 y 2018, al menos, 195,150 trabajadores en Puerto Rico perdieron su capacidad adquisitiva ya sea porque sus salarios se redujeron, se estancaron o no aumentaron al ritmo del alza en el costo de vida. Esa cifra representa el 23% de los asalariados en la isla.En algunas instancias, esta pérdida se registra porque los salarios en la industria a la que pertenece el trabajador simplemente se redujeron. Ese es el caso, por ejemplo, de los agentes de viajes que, en gran medida, han sido reemplazados por los servicios en línea de venta de boletos aéreos, reservaciones de hoteles, alquiler de transporte, entre otros servicios a viajeros. Por ejemplo, para 2008, el...

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