Emprendió en la edad dorada por sus hijas

El Negocio Perfecto, así literal, es la empresa que tiene David Luciano hace una década, y en el que sus dos hijas fueron el motor para su creación y son socias desde el comienzo.Y es que este es el nombre corporativo de la empresa, la cual Luciano estableció al poco tiempo de jubilarse del sector de alimentos, en el que trabajó por cuatro décadas. En ese entonces tenía 60 años."Ellas escogieron el nombre de la corporación: El Negocio Perfecto, LLC. Yo les dije ‘con ese nombre va a ser difícil que los suplidores nos vendan porque no van a saber a qué nos dedicamos’. Teníamos que tener otro nombre, pensé que el DBA ("doing business as") podía ser Egg Market. Oígame, ha sido un palo porque (clientes y suplidores) negocian con el que tiene el mercado de huevos en Puerto Rico", expresó David, de 71 años.Sus hijas y socias son Ivette Luciano y Nydia Luciano. La primera se encarga de la logística, mientras la segunda de la administración y la contabilidad. La empresa distribuye seis marcas de huevos -incluyendo la propia Egg Market-, la mayoría de ellos importados de Estados Unidos, aunque también ofrecen huevos locales.Tiempo para reinventarseDavid se jubiló en el año 2008 porque quería descansar y tener más tiempo para compartir con su familia y, tal vez, ofrecer alguna que otra consultoría a la industria de alimentos. Pero el destino tenía otro plan para él y sus hijas.Una semana después de su jubilación, su hija mayor, Ivette, perdió el empleo en una empresa Fortune 100 en la que laboraba hacía más de una década. Y para rematar, a los dos días siguientes, Nydia vivió algo similar en la compañía en la que trabajaba.Las dos son profesionales y madres solteras y, de la noche a la mañana, se habían quedado sin el medio que les permitía llevar el sustento a sus respectivos hogares. Sin dudarlo, acudieron a buscar el consejo de su padre para salir de la difícil situación."El 2008 fue para nosotros muy fuerte, una debacle económica. Mi hermana y yo fuimos a ver a nuestros padres y le dijimos a papi ‘tú te jubilaste, pero necesitamos inventar algo para poder subsistir y levantar a nuestras familias’", recordó Nydia."Yo dije ‘se acabó el descanso’, pero de inmediato empecé a idear cómo ayudarlas", añadió su progenitor. Pensó que lo ideal era escoger un nicho dentro del sector de alimentos -que es donde tenía experiencia- que fuera difícil entrar y estuviera desatendido. Fue así como optó por el segmento de huevos, aunque reconocía que es un negocio...

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