Encara su secreto masivo
Por Marcos Billy Guzmán
Especial El Nuevo Día
Lo que no amilana es la firmeza de sus convicciones. El intérprete René Pérez destaca los ideales que tiene mientras responde cada pregunta. Es cuestión de costumbre. Ahora, sin embargo, ni se incomoda, ni salta, ni se retuerce cuando le mencionan al gobernador Luis Fortuño y al alcalde de San Juan, Jorge Santini. Su mente está enfocada en el porvenir de Puerto Rico y el tan comentado regreso a San Juan de su grupo Calle 13 con el concierto que ofrecerá el sábado en el Isla Grande Pier de San Juan.
"Va a haber mucha gente. Va a ser la primera vez que habrá tanta gente en (el) concierto de un solo artista al aire libre (en Puerto Rico)", dice.
¿A cuántos vislumbran convocar?
"Hasta hace una semana había más de 15 mil... Se esperan entre 20 a 25 mil personas. No hay espacio para más", comenta.
A pesar de que uno de los grandes sueños de René era regalarle un show masivo a los boricuas en la capital, los boletos están a la venta a casi $ 15. ¿Por qué?
"Hace un tiempo quería tocar gratuitamente en Puerto Rico, porque llevamos tocando afuera un tiempo. Al final cobramos algo superaccesible porque en un principio no teníamos auspiciadores. Tenían miedo que nos censuraran y teníamos que pagar toda la producción", expone.
Y es que todo comenzó como un secreto. Cuando empezaron a vender las taquillas, Calle 13 todavía no tenía los permisos para presentarse en San Juan. Tampoco habían transcurrido las elecciones generales del País y todo apuntaba que revalidaría Santini, quien censuró al grupo en 2009 a raíz de las expresiones que René hizo contra Fortuño durante los Premios MTV Latinoamérica en el 2009. Fue un riesgo que asumieron sin miedo.
"Más que los permisos -porque tú puedes buscar permisos- el problema eran los auspicios. No había mucha gente que quisiera arriesgarse por razones políticas. Me parecía tonto y bastante cobarde de muchos promotores y productores", expresa pues entiende que "eso que ocurrió de que Santini prohibiera que tocáramos es medieval, totalmente retrógrada y contrario a lo que ellos (los estadistas) quieren imitar de Estados Unidos, que supuestamente es el estado de la libertad".
En medio de esa controversia, René reconoce que la producción del concierto fue "complicada". No obstante, opina que "surgió de una manera orgánica" mientras "la noticia se regaba poco a poco y en secreto". De esta forma, reconoce, "se ejercía un poco de presión y crecía la idea de que tocar allí era...
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