Al encuentro del jíbaro

Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

Ese espíritu y la coyuntura de los 100 años de su publicación en 1913 son pretextos para que suba a escena la adaptación de la novela Yuyo del autor Miguel Meléndez Muñoz, desde mañana, a las 9:30 a.m., en funciones escolares que se llevarán a cabo en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, en Santurce.

Mientras el espectador descubre a Yuyo desde la adolescencia hasta la adultez, y su amor por el jíbaro Agapito, en este relato el autor es vocero de la sociedad puertorriqueña de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.

El director de la puesta, Orlando Rodríguez, cuenta que ha buscado cuidar los distintos enfoques técnicos de un montaje como este, con público a sus espaldas, sin descuidar la teatralidad de esta historia costumbrista.

"He tratado de trabajar el minimalismo en vestuario y utilería para poder transportar a la época y trabajar el estudio del jíbaro del área central, Guayama, Cayey", ilustra Rodríguez, quien explica que los actores se han servido de referencias como "el abuelo de nuestros abuelos" para cincelar aspectos de sus interpretaciones.

Yuyo cobra vida con René Monclova, Carlos Esteban Fonseca, Eunice Jiménez, Omar Torres, Blanca Lissette Cruz, Carlos Vega, Naymed Calzada, José Caro, Lourdes López, José Santos Ferrer y Luis Javier López, y la escenografía de Norberto Barreto.

La sala, como campo, cobra otro sentido con el seis fajardeño y el reggaetón "está escrito en décima, como el seis", dice Rodríguez, para plantearle a la audiencia: "Esta historia conviene saberla y te interesará verla". Y es...

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