ENFOQUES Y

Por Carmen Dolores Hernández . Especial El Nuevo Día

Así se han sentido muchos puertorriqueños asentados en los Estados Unidos: fuera de foco. Han perdido su definición; nadie los ve como personas con una idiosincrasia y una cultura propia. Son genéricos, intercambiables: lo mismo da ver uno que otro. Lo que está fuera de foco no se distingue.

Ese foco difuso lo ha utilizado el fotógrafo Adál Maldonado para "definir la estética de la marginalización". En la exhibición "Out of Focus Traffik Signs", que abrió el viernes pasado en la Galería RJ Reynolds del Museo de Arte de Puerto Rico, lo usa también para explicar el porqué de esa indefinición. "Es posible que no seamos nosotros quienes estemos fuera de foco, sino que sean los mensajes y direcciones de los centros de poder. Quizás esos mensajes estén diseñados para confundir". Se trata de señales equívocas: semáforos cuya luz mortecina desorienta en vez de iluminar; flechas difusas que no apuntan hacia una dirección real, sino hacia caminos fantasmagóricos que no llevan a lugar alguno; letras borrosas que apenas se leen, ofuscando su función informativa; prohibiciones al paso que se pierden en la niebla de la indefinición.

Aquí el fotógrafo ha llevado la metáfora visual a otro nivel: indaga sobre las estrategias del poder. A diferencia de lo que sucedía en sus series anteriores de retratos desenfocados, en esta exhibición no hay personas. Adál trabajaba, en el momento en que hizo estas fotografías, en el Departamento de Tránsito de la ciudad de Nueva York, rodeado de esas señales. "El entorno influyó en mí", dice.

La serie es parte de un trabajo conceptual de toda una vida. El desenfoque, señala, es "una calidad fotográfica. La fotografía puede ser superclara o estar -precisamente- desenfocada, como la situación de los nuyoricans en los Estados Unidos". La creciente porosidad de las identidades propicia una multitud de enfoques superpuestos, a manera de palimpsestos.

"Todos somos nuyorican", dijo Miguel Algarín -fundador del Nuyorican Poets Café- en una ocasión.

Lo es también Adál, quien vive desde los 17 años en los Estados Unidos y solo ahora ha regresado a Garrochales, el barrio rural de su niñez en Arecibo.

"Lo interesante de la expresión artística que ha salido de la experiencia nuyorican es el concepto de hibridez, la combinación de las memorias imperfectas que uno trajo del lugar de donde vino con los elementos de un sistema nuevo. Se da entonces un intento de tropicalizar el ambiente...

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