Enredos de altura

Por Javier del Valle

Especial El Nuevo Día

La comedia "Boeing Boeing", de Marc Camoletti, que estrenara el pasado viernes en la sala René Marqués del Centro de Bellas Artes de Santurce, es un extraordinario ejemplo del clásico vodevil moderno, tan común en el teatro francés, inglés y norteamericano de las décadas del 60 y del 70, que siempre terminaba en la pantalla del cine. Se trata de un tipo de teatro liviano, pero sumamente divertido, bien representado por autores como Ray Cooney o Neil Simon.

El equívoco en que se envuelven los personajes de esta puesta ambientada en los años 60 surge del error más simple que cualquier ser humano pueda cometer: tener tres amantes al mismo tiempo e intentar que ninguna se entere. "David" (Junior Álvarez), un empresario norteamericano radicado en París, tiene como amantes a tres azafatas: la norteamericana (Tita Guerrero), la italiana (Yamaris Latorre) y la alemana (Sara Jarque). La precisión de los itinerarios de viajes, bien estudiados por el atrevido amante, le facilitan la posibilidad de manejar sus encuentros amorosos. Una criada francesa (Suzette Bacó), muy eficiente, pero a punto de explotar por la tensión que causa la agitada vida sexual y amatoria de su jefe, tapa como puede el tejemaneje. Un amigo de juventud recién llegado al país (René Monclova) se hace testigo y cómplice del ajetreado corre y corre que todos sospechan y que finalmente explota.

Una de las mayores consideraciones que se debe tener con este tipo de libreto es el tratamiento de la traducción y adaptación, la cual Carlos...

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