Entrega irrepetible
Por Patricia Vargas CASIAno
pvargas@elnuevodia.com
Inspirado en la Isla y su gente, el cantautor estará acompañado por su orquesta, complementada por músicos puertorriqueños, en un espectáculo que por realizarse en víspera del Día de las madres, le causa mayor ilusión, confesó el andaluz.
"Lo que quiero decir con único es que lo que van a ver es algo especial, irrepetible, diseñado especialmente para Puerto Rico, país que ha estado relacionado con los últimos años de mi vida. Será diferente, mágico y tendrá sus sorpresas, aunque es difícil sorprender a una Isla como la de ustedes donde ocurren tantas cosas, un lugar inspirador que ha sido de los primeros que nos abrió los brazos. Prometo que no se olvidarán fácilmente de esta experiencia. Tenemos una deuda inolvidable con este pueblo que llenó el Bellas Artes de Caguas cuando nos presentamos el año pasado", sostuvo el intérprete de Devuélveme la vida.
Para los seguidores de Ednita Nazario y Orozco sería maravilloso que interpretaran a dúo Una y otra vez la balada que grabaron juntos, pero eso no está confirmado. Lo que sí ocurrirá es que el cantante incluirá el tema en su repertorio. "Fue una versión que ella puso en lo más alto de la radio y que agradezco por prestarme las alas".
El día del concierto Orozco no estará cerca de su madre, tampoco de la madre de su hijo, su gira de 26 días no se lo permite. Pero ese espacio lo llenan los miles de rostros de mujeres que verá entre el público disfrutando sus interpretaciones.
"Cuando uno quiere saber de amor, y te acercas a conocerlo, te das cuenta de que te quedan aún unas ocho plantas para subir al más puro y perfecto, el de una madre".
Pero si de amor se trata, ha sido su hijo Jan, de seis años, quien mejor le ha enseñado a conocer ese sentimiento único. Para su papá, el niño de enormes ojos azules, es un príncipe, el motor de su vida y quien le pone a prueba todos los días.
"Jan me conmueve todo el tiempo, es un amor que no conocía y que está por encima de todas las cosas, no se puede explicar, es como un suspiro, como un escalofrío, algo tan grande que no se compara con nada", cuenta emocionado.
Es por esta razón que el tiempo juntos es sagrado. "En mi casa trato de ser el mejor papá, le doy educación a mi hijo, y me disfruto que el presente es mucho más agradable, porque hace mucho tiempo aprendí que aguas pasadas no mueven molinos, y el futuro no lo miro demasiado".
Padre e hijo comparten además la pasión por el fútbol y la música...
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