Entrega de más acción y tensión

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Como suele suceder, para los que leímos las novelas, estas películas jamás dejarán de ser un facsímil razonable de lo que creó Collins en forma literaria. Aun así y considerando que la sección final de esta historia se siente un poco precipitada, resulta difícil imaginar una mejor adaptación de Catching Fire.

Independientemente de que en el primer filme el director Gary Ross haya hecho muy buen trabajo de simplificar y presentar el universo de las novelas, esta segunda entrega se beneficia muchísimo de un cambio de director. En esta película Francis Lawrence (Water for Elephants, I am Legend) tiene mucho más espacio para explorar el subtexto político de la historia con su protagonista como la llama de una revolución inevitable; junto con escenas que capturan de una forma más sólida la crítica social que Collins hace en las novelas de nuestra fascinación cultural con lo frívolo y como sto agrava el abismo entre las clases sociales.

En este filme tanto Katniss (Lawrence) como Peeta (Josh Hutcherson) tienen que lidiar con los traumas de los eventos violentos del primer filme y con la responsabilidad de detener una tendencia revolucionaria. Los juegos titulares están diseñados para tener un solo ganador y el que dos personas hayan sobrevivido se ha interpretado como un acto de desafío al gobierno. Para evitar que la situación se salga de control, el Presidente Snow (Donal Sutherland) decide organizar una edición "All Star" de los juegos titulares, sentenciando a los protagonistas a...

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