ERÓTICA TV

por aNA tERESA tORO.ana.toro@elnuevodia.com

fotomontaje POR ADLíN GONZález-TORRES

Pero las sociedades no son estáticas y la industria mucho menos. El paradigma ha cambiado. Bienvenidos a la era de la impudicia. En la televisión de hoy sobran los pechos al aire, las nalgas libres y los encuentros cuerpo a cuerpo en posiciones tradicionales o, incluso, de esas en las que hay que virar el cuello hacia el lado en busca de un ángulo que aclare qué es mano, qué es pierna y un largo etcétera.

Para algunos es erotismo, para otros el llamado "soft porn" ha invadido la pantalla chica y hay quienes incluso consideran que se trata de una respuesta estética al exceso de pornografía gratuita, pura y dura que se consigue en internet. El punto es que algo ha cambiado y la representación de la sexualidad humana en la televisión ya no es lo que era.

"La televisión refleja la sociedad", nos recuerda el experto en medios y profesor del recinto riopedrense de la Universidad de Puerto Rico, José Rivera.

Se podría trazar un quiebre en los 80, esa década de tensa y feliz calma, de una aparente bonanza económica sustentada en la aparición del modelo económico neoliberal, de los videojuegos y el sida; de la guerra fría y los pelos largos del rock n' roll. Fue entonces que se comenzaron a transmitir en Puerto Rico películas con escenas que eran censuradas. "La gente se comenzó a quejar", recuerda Rivera toda vez que apunta que el juego de oferta y demanda entre la televisión y las audiencias dictó cada vez con más fuerza la pauta entre lo admisible y lo inadmisible.

"Eso viene mucho antes de la web, lo vimos en el auge de las telenovelas donde se comenzaron a incluir elementos más risqué o situaciones que antes no se trataban. La gente cambia, pide cosas distintas", expone Rivera, quien ha notado que, mientras sí se observan quejas fuertes en contra de escenas violentas -aunque seguimos viendo cómo una sierra mecánica parte en dos a un zombi sin prácticamente ningún problema- no sucede lo mismo con las escenas de sexo.

Más aún si se trata de series, como "Game of Thrones", "True Blood", "The Borgias", "Californication", entre muchas otras que acaparan audiencias y que se han distinguido no solo por sus valores de producción y por la calidad de sus guiones, sino por sus intensas y prolongadas escenas sexuales.

Muchas de éstas están disponibles a través de servicios de cable por los que se paga dinero adicional, pagando por episodio en la web o comprándolas como...

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