Cuando todo es difícil

AGNES J. MONTANO

PERIODISTA

En esos 10 años me he hecho el propósito de regresar a Puerto Rico una vez al año para departir con seres queridos y amistades en un ambiente de camaradería, buena mesa y del disfrute de los muchos atractivos de nuestra querida Isla.

Sin embargo, en diciembre pasado un accidente de mis padres obligó mi regreso y la confrontación con un país que, en lo que respecta a servicios esenciales, opera en el colapso; desde el funcionamiento mínimo, y con una ciudadanía acostumbrada -y resignada- a funcionar desde la ineficiencia.

Un país donde la tramitación de los más elementales servicios, como la compra de un marbete para un auto, el pago de los servicios de agua y electricidad por teléfono, la obtención de un récord médico, la coordinación de transporte de ambulancia para un paciente encamado que vive en la ruralía, se tornan en proyectos de horas y en algunos casos se trata de tramitaciones que tardan días.

Un país donde todavía hay médicos prepotentes que se incomodan si se les pide información a la cual tiene derecho un paciente; donde la aprobación por un plan médico para el despacho de un medicamento para evitar coágulos pulmonares puede tardar, con suerte, hasta siete días laborales; donde por todos los días de fiesta y jolgorio en diciembre y enero un paciente tiene que esperar 11 días por un corsé para una fractura lumbar. Uno donde por la indiferencia de personal médico se pasó el tiempo idóneo para reconstruir con cirugía un calcáneo fragmentado y ahora es cuestión de "vamos a ver qué pasa".

Un país que se mueve a base de a quién conoces dónde; la súplica y la amenaza. Y si nada de esto funciona, entonces te lleva el diablo.

Uno donde hay una gran confusión entre ser asertivo y ser ofensivo, cortesía del modelaje de la claque política y de parlanchinas cabezas impensantes que se autoproclaman "analistas" cuando en realidad son meros comentaristas que desafortunadamente sientan opinión pública.

Donde las frases "esto no se puede hacer" o "esto no es aquí" abundan en los labios de llamados servidores públicos que no tienen una explicación factible cuando se les pregunta "¿y por qué no?" y para colmo terminan la conversación con "que pase...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR