'Esto es muy fuerte y estresante''

Por Patricia Vargas Casiano

End.pvargas@elnuevodia

Desde que llegaron los tres se esquivaron y evitaron mirarse a la cara, pero cuando el juez Raphael G. Rojas los llamó para el proceso de identificación, Alomar y Maripily (que enfrentan un proceso de divorcio en la Florida), tropezaron al acercarse al podio quedando frente a frente. Alomar le cedió el turno a la modelo.

"No lo miré", aseguró luego entre risas Maripily a su salida de la sala.

Antes, ninguna de las partes giró sus cabezas para mirarse durante la vista en la que se discutió sobre las deposiciones que deberán presentar Maripily, Alomar, y los padres e hijo de Giselle; así como el peritaje que usará la corte para determinar posibles daños mentales y a su imagen que alega la cantante en su demanda contra el ex beisbolista y la modelo.

El magistrado les dejó claro a todos que no deseaba que el caso se tome años en resolverse por dilaciones en presentar las pruebas que se les piden.

"Si en algún momento llegan a un acuerdo fuera de corte, que saben es lo mejor, me dejan saber", acotó el juez.

Al igual que a su llegada, las partes abandonaron la corte sin decir mucho. Tanto a su entrada como a la salida, el paso de las figuras públicas llamó la atención de empleados y curiosos, que ocuparon los balcones de los cuatro pisos del edificio para verlos de cerca.

La primera en salir fue Giselle, quien se veía llorosa.

"Por muy calmada que esté, esto es muy fuerte y estresante. Además, cuando vi la familia de Alomar, en especial a su tía Lourdes, me dio mucho sentimiento porque ella fue muy buena conmigo. La pude saludar de lejos", dijo en un aparte Giselle, quien estuvo acompañada por su esposo, el pelotero Mickey Negrón, sus padres Miguel Ortiz y Gladys Cáceres, y la publicista Uka Green.

Siguió Alomar, quien anoche regresaría a los Estados Unidos y quien contrario al rostro impávida que mantuvo durante la vista, salió sonriendo.

"Estoy tranquilo, tranquilo", se limitó a decir.

El ex pelotero, que iba del brazo de su madre, María Velázquez, indicó que "mi madre es lo mejor que hay".

Pero fue Maripily quien mostraba una gran contentura, lanzando besos al aire e indicando a los medios de comunicación presentes cuánto los quería.

"Cuando uno tiene la verdad está tranquila. Estoy lista para todos los procesos en mi vida", aseguró quien manifestó estar confiada en todo.

La también empresaria -quien anoche regresó a su residencia en Florida, donde reside- no quiso reaccionar a comentarios...

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