Lo esencial no puede ser un privilegio para el país

Creo que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) es sin lugar a duda un caso clave para hablar de poder burocrático y corrupción en las agencias públicas.

No soy un experto en esos temas, pero argumentaré como estudiante universitario de primer año.

¿Cómo una corporación, siendo monopolio, puede lograr colapsar? La AEE, como corporación pública controla el mercado eléctrico de nuestra isla, por lo que no existe una competencia y debería estar estable. Sin embargo, está en quiebra y no fue solo por cuestión de mantenimiento al sistema.

Aunque, como dice mi padre, el huracán María tumbó trabajos de décadas en menos de 24 horas, este fenómeno atmosférico solo le puso la “cherry” al nefasto sistema eléctrico del país.

No obstante, exactamente un año antes del catastrófico huracán, el 21 de septiembre de 2016, nuestra isla se quedó totalmente a oscuras. Entonces, el apagón general, como lo recordamos, no fue causado por un evento de la naturaleza sino por una falla técnica por falta de mantenimiento del sistema eléctrico.

Son estos eventos los que nos demuestran la corrupción. Si no le dieron mantenimiento al sistema, ¿dónde botaron el dinero?

Estoy convencido que la AEE necesita una completa restructuración. Por eso, tras el anuncio de privatización, restructuración (o como lo quieran ver) se nos presentan unos nuevos retos. Nuestro sistema necesita inversión que nuestro gobierno no puede dar.

Por otro lado, una empresa privada...

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