Del eslogan a la desconfianza

WALDEMAR J. RAMÍREZ

EDUCADOR Y CONSULTOR

El referido proyecto inició con una encuesta para identificar los valores a fomentarse en el Puerto Rico de hoy. Se proporcionó a los encuestados una lista de posibles valores de entre los cuales seleccionar. Así se definió la plataforma del proyecto, los "seis valores pilares del buen carácter": confiabilidad, respeto, responsabilidad, justicia, bondad y civismo.

No obstante la buena intención, el proceso adoleció de limitaciones significativas. Los diferentes valores sugeridos en la encuesta carecían de definiciones compartidas. Suponer que todos entendemos lo mismo cuando leemos, por ejemplo, la palabra "respeto", es un error. Para unos el término quizás significa "cortesía"; para otros quizás "pluralismo y tolerancia". Sin definiciones compartidas, la selección y promoción de unos supuestos valores se convierte realmente en una simpática campaña de eslóganes, sin existencia real.

Otra limitación del proceso, mucho más severa, es la ausencia de ejemplos de comportamientos que caractericen y anclen cada valor. Sin estas referencias, el supuesto valor queda amorfo, pues las palabras solas no tienen presencia. Para ser tal, el valor debe poder observarse y sentirse. ¿Y quién...

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