Una especie en peligrode extinción

Por Luis Santiago Arce

larce@elnuevodia.com

Con limitada experiencia de 53 juegos en las Mayores repartida en las temporadas de 1996 y 1998 con los Cachorros de Chicago, junto al 2000 con los Vigilantes de Texas, luego se trasladó a Japón, donde tuvo cuatro sobresalientes temporadas, y en los últimos años ha ido en el verano a México. Durante todo ese tiempo, desde su debut bajo el mando de Jerry Royster con los Senadores de San Juan en 1991, ha sido figura clave en la pelota local.

Con los Senadores también estuvo bajo la dirección de Mako Oliveras, Santos Alomar y Luis 'Torito' Meléndez, formando parte del recordado 'Dream Team' que formó la novena sanjuanera para representar a la Isla en la Serie del Caribe de 1995, que dominaron de forma apabullante en el Estadio Hiram Bithorn de la Capital. En Ponce tampoco olvidan el dramático jonrón que pegó contra los Leones en la semifinal de la temporada 1997-98, para otro momento brillante en su carrera.

Eran otros tiempos, y desde entonces mucho ha cambiado. Ya no vienen a jugar en invierno las principales estrellas boricuas de Grandes Ligas, pero Valdés, nacido el 29 de junio de 1973, siempre ha sido una constante hasta este momento, ahora con los Gigantes de Carolina, a donde se mudaron los Senadores en la campaña 2000-01.

En dos décadas de acción, el eficiente inicialista, jardinero y bateador designado zurdo sólo ha fallado de jugar en la Isla en 1998 por operación en una rodilla, y en sus años de participación por 10 a 11 meses anuales en Japón, porque "tenía que disfrutar un rato aquí de mi familia". Ahora, en la etapa final de una carrera que por el momento no tiene fecha definida de cierre, nos ofrece un resumen de su extensa trayectoria.

END: ¿Cuál ha sido la clave para tu durabilidad?

PV: El respeto desde los primeros días en San Juan, cuando estaban jugando todos los Grandes Ligas y lo que aprendí de ellos, a respetar el juego, siempre estar a tiempo, respetar los coaches y hacer el trabajo, que es lo más importante para mantenerse activo.

¿Cómo fue el proceso de ganarte un espacio en la liga, a pesar de tanta competencia?

Fue un proceso bien bonito jugar con todas las estrellas que estaban aquí, del patio, y con los dirigentes que tuve en ese tiempo. Fueron dirigentes que se sentaban mucho con el pelotero joven a hablarle a uno de las situaciones de juego, para que uno se mantuviera pendiente en el dugout a todo lo que sucedía cuando no estuviera jugando y aprender de los veteranos...

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