La espera

Nanny Torres

Representante del lector

Eso le ocurrió el jueves pasado a la lectora Ilia Alvarez, de Caguas. Molesta, ¿y quién no?, me llamó para contarme su tortuosa experiencia. Hace más de dos meses sacó una cita para ver a su ginecólogo.

"Llegue a tiempo", le recalcó la secretaria del galeno. Y a tiempo llegó, y con ella como cinco mujeres más que las citaron para la misma hora. Había un detallito y era que el doctor aún no había llegado. "Está retrasadito. Llega ya mismo", fueron las palabras de la secretaria, sin informar a qué se debía el retraso. Ya mismo fue cuatro horas después.

En un momento Ilia pensó irse, pero sabía que tendría que esperar dos meses más para la cita. Por eso aguardó las ocho horas. Irónicamente, la consulta con el médico no duró ni 45 minutos. Para colmo, ni siquiera se disculpó con ella y mucho menos le brindó una excusa. Increíble.

Me pregunto qué ha sucedido con la regulación del tiempo de espera en las oficinas médicas. Esta reglamentación se ampara en la Ley 194, que establece el derecho del paciente a ser tratado con respeto y consideración. Se fundamenta en el respeto mutuo que debe existir entre el médico y el paciente por ese tiempo separado para que los pacientes...

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