“Estamos entre la espada y la pared, pero moviéndonos”

Una asignación prometida, pero varada en el Senado federal, de $1,000 millones para subvencionar el Medicaid en la isla. Un reclamo constante de inequidad en los programas federales de salud. Un Plan Fiscal que propone un importante recorte de $795 millones en la Reforma. Mitigar la fuga de doctores y enfermeras. Una investigación sobre las muertes que dejó a su paso el huracán María. La entrada de más puertorriqueños al plan de salud público por la contracción de la economía y pérdida de empleos.

Y a esa larga ecuación se suma la cuenta regresiva hacia las primeras dos semanas de abril, cuando el seguro médico que cubre a los pobres se quedará sin dinero.

La agenda para el 2018 del secretario Rafael Rodríguez Mercado es gruesa y lucha por mantenerse a flote en medio de la recuperación de los estragos que dejó en el país la mayor catástrofe natural que hemos sufrido y de disputas en Washington entre republicanos y demócratas, que estrangulan las ayudas vitales que requiere con urgencia el gobierno de Puerto Rico para seguir operando y cubriendo servicios esenciales a la ciudadanía en áreas tan sensitiva como la salud.

Hace solo unas semanas que una consulta que provino de Casa Blanca y el Congreso al Centro de Servicios de Medicaid y Medicare (CMS) sobre el costo de mantener la Reforma de Salud en un 100% y por dos años, ha logrado disipar un poco el escenario de caos.

La cubierta completa cuesta $2.8 billones anuales, de los cuales el 55% proviene de fondos federales y el 45% de estatales.

Al dilema de la paralización de los $1,000 millones de fondos para Medicaid se suma el que Puerto Rico aun no puede disponer de los $4,700 millones del préstamo que pidió para continuar operando.

Pero, esa pequeña luz que se encendió con la petición de información de los costos de la Tarjeta de Salud mantiene en alto las expectativas del secretario.

“Son momentos de grandes retos”, admitió Rodríguez Mercado, en la primera entrevista a profundidad con El Nuevo Día tras poco más de un año al frente del Departamento de Salud.

A lo largo de la entrevista, el secretario de Salud se mantuvo relajado y sonriente, excepto cuando se le enfrentó con la percepción de un sector de la población que lo considera ausente, como un jefe de agencia más de reacción que de acción. Eso, dijo, es falso y en cada momento que pudo durante el intercambio lo reclamó, a veces con pinceladas de cinismo.

Con una formación militar, explicó que su estilo de trabajo es directo en las comunidades buscando soluciones a los problemas que va encontrando en su camino. Rodríguez Mercado no suele estar presente de forma activa en los medios de comunicación.

A un año de su nombramiento, ¿cómo describiría su mandato?

-El primer reto lo fue los fondos del Medicaid, el segundo la epidemia de zika, que nos encontramos un Departamento de Salud con un programa de vectores totalmente desmantelado en medio de una epidemia... Nos dimos a la tarea de ser más pro activos y hablamos con el CDC... atacamos la epidemia y la acabamos.

¿Desde su punto de vista ha sido un año productivo?

-Sí, ha sido productivo. Muchos retos y frustraciones también.

Pero desde su nombramiento ha dado la impresión de ser un secretario ausente, que no está disponible, que en momentos de crisis aparenta una estrategia de reacción más que pro activa. ¿Por qué sus silencios?

-Creo que al árbol que da frutos todo el mundo le tira piedras y es más fácil criticar...

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