Estudiantes se lucen en competencia de robótica de la NASA

Con materiales sencillos, que se pueden comprar en cualquier ferretería, un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica construyó un robot capaz de sobrepasar obstáculos y excavar en una superficie similar a la del planeta Marte, midiéndose ante los mejores 50 equipos de todo Estados Unidos.

La delegación, denominada “Team Puerto Rico Excavation Unit”, fue la única representación boricua en la octava edición de la Competencia de Robótica de Minería, de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés), que se llevó a cabo del 22 al 26 de mayo en el Centro Espacial Kennedy, en Florida.

Allí, los alumnos Edwin Cuadrado, Rosana Maymí, Adalberto Navarro, Carlos Jiménez, Ángel Torres, Génesis Otero y Héctor Miranda presentaron su robot construido –principalmente– con madera, policloruro de vinilo (PVC, en inglés) y tubos galvanizados, pero equipado con lo último en ingeniería eléctrica, mecánica y en computadoras para que operara sin problemas. Ginelyz Rosa no estudia en la Politécnica, pero integró el grupo y estuvo a cargo de la promoción.

“Nuestro robot fue el único que pudo pasar por encima de los obstáculos de forma rápida y eficiente”, afirmó Navarro, de 20 años y estudiante de ingeniería en computadoras, tras contar que el grupo empezó a trabajar en el diseño del robot en agosto pasado. Para esa misma fecha, lograron inscribirse en la competencia, en la que participaron 50 equipos.

Cuadrado, de 24 años y también estudiante de ingeniería en computadoras, explicó que el robot tenía que cumplir con ciertas especificaciones dadas por la NASA, como pesar no más de 165 libras y medir no más de 29 pulgadas de ancho, 29 pulgadas de alto y 59 pulgadas de largo.

Ya en la competencia, el robot debía ser capaz de moverse por un área de 24 pies de largo por 12 pies de ancho, en la que hay cráteres de hasta un pie de profundidad y rocas de hasta seis pulgadas de alto.

“El robot sobrepasó todo eso perfectamente y lo hizo gracias a su sistema de suspensión ‘rocker-bogie’, que no permite que se caiga cuando se levanta de un lado u otro”, señaló Maymí, de 23 años y estudiante de ingeniería ambiental.

Ya en el punto de excavación, el robot tenía que sacar cuanto material pudiera, a la mayor profundidad y el menor tiempo posibles.

“El material a excavar cambia a más profundidad, dándole más puntos al equipo. El material que se excava...

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