Estupor

Mari Mari Narváez

¿Por qué anuncian tanto y nunca ocurren los cambios? Existirán las excepciones, pero cada vez lo siento más: que todo cuanto "hacen" nuestros gobiernos es una puesta en escena, una existencia cada vez más mediática, más líquida. Ficticia.

Anhelo el fondo de las cosas. Saber que algo va a suceder. No niego que me emocione ver tanta gente buena reunida en un comité por la cultura; ni que aspiro a que mi país produzca energía renovable y se libere de la dependencia. El problema es que hay algo que impide que todas estas gestiones bien intencionadas a la larga cambien algo. Y es que las iniciativas de nuestros gobiernos están cada vez más diseñadas como actividades mediáticas donde el rostro, la figura excelsa, el discurso y la "palabrosería" componen "la cosa", otorgan el supuesto significado.

Pero no hay relación entre el sistema de significado y el sistema de simulación, decía Baudrillard. Y también decía que vivíamos en un "estupor". Eso. En ese estupor soy. A veces el discurso le queda bien al señor de turno. A veces la actividad es un éxito y el lema conmueve. Otras, le falta inteligencia, "charm". ¿Y qué? El problema es que nuestra vida sigue igual, que hay que seguir...

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