ETERNOS NENES

Por Carlos Rosa Rosa

crosa@elnuevodia.com

¿Cuáles nenes?

Los siempre recordados 'nenes' de San Germán.

Aquellos mismos que fueron protagonistas de una época dorada en el Baloncesto Superior en la década de 1990 con los Atléticos de San Germán.

El 'nene' mayor, Nelson Quiñones, vende sangría en la entrada principal de la instalación; y el menor, Eddie Casiano, es el dirigente de los locales Indios en el BSN.

Sin querer queriendo, el destino los unió nuevamente en donde crecieron y se hicieron conocer como figuras estelares: en una cancha de baloncesto.

"Siempre hemos tenido una linda amistad... el mismo cariño. Y cuando nos vemos, recordamos los mejores momentos de nuestras vidas", aseguró Casiano al compartir con Quiñones en una entrevista con El Nuevo Día.

Ya no son los 'nenes' de antes. Han pasado 22 años desde aquel momento en que saltaron a la fama en la temporada de 1991, y los cambios físicos son evidentes.

"Ahora somos los nenes viejos", bromeó Casiano, de 40 años. "Ya tenemos pelo blanco, canas, y estamos gordos. Ya no corremos como antes; ahora es vino, cerveza y sangría", prosiguió Casiano.

"Tenemos barriga de cerveza", interrumpió Quiñones, estallando de risa.

Casiano y Quiñones firmaron en la liga superior antes de obtener su diploma de cuarto año. Casiano fue fichado con apenas 15 años, y Quiñones con 17. Eran adolescentes y sus respectivas participaciones en los primeros tres años fueron limitadas.

"Lo que hacíamos era comer papitas y empanadillas en el banco", dijo Casiano, y Quiñones agregó "y bebíamos mucho Gatorade".

Todo cambió en el 1991. El entonces apoderado Armando Acosta tuvo una disputa con Bobby Ríos y el canastero salió del elenco, a la vez que Ernesto Malcolm no se integró al conjunto en esa temporada.

Fue cuando vino el llamado.

Casiano y Quiñones salieron del banco y fueron titulares de la noche a la mañana con 18 y 20 años, respectivamente.

Y lo inesperado aconteció. Los 'nenes' explotaron y guiaron a los Atléticos a la postemporada pese a la ausencia de la estrella José 'Piculín' Ortiz en gran parte de la fase regular.

Se combinaron para promediar 33 puntos por juego, bombardeando con sus disparos a larga distancia.

A pesar de la inexperiencia y juventud, ambos 'nenes' demostraron sangre fría en las tres series de playoffs -llegando al máximo en cada una- para darles a los Atléticos el primero de tres campeonatos en la década.

"Fue algo bien especial", recordó Casiano. "Algo positivo para los dos. En el 1991...

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