Evo, símbolo de América

JUAN MANUEL DELGADO

HISTORIADOR Y PROFESOR UNIVERSITARIO

Su nombre es un símbolo en sí mismo: Juan Evo Morales Mamami, hijo de Dionisio Morales Huanca y María Mamami, conjunto de apellidos que evidencia su origen indígena, auténticamente americano. De niño residía con sus padres y hermanos en una diminuta estructura de adobe y paja como la gran mayoría de los aymaras y otras etnias de Bolivia.

Su curriculum vitae también constituye un símbolo: pastoreaba llamas y fue trabajador agrícola, ladrillero y panadero. Con este resumé no sería admitido en la papeleta electoral en Estados Unidos ni en Europa.

Evo sorprendió al mundo al ganar las elecciones presidenciales de Bolivia en el 2005 con un 54 por ciento de los votos. Ese hecho histórico, tan sorpresivo, lo convirtió en un símbolo americano de carácter mundial. Era la primera vez, en cinco siglos, que advenía a la autoridad de más alto nivel, un descendiente de aquellos nativos que fueron cruzados por las espadas de gente como Juan Ponce de León, Hernán Cortes y Francisco Pizarro.

En el ínterin de esa sorpresa electoral ocurrió una historia atropellada. Evo había pasado dos décadas de activismo político al frente de muchas luchas populares en pro de los derechos de los pobres de la tierra. Pagó el precio de diversos arrestos, estadías en la cárcel y hasta un atentado donde estuvo muy cerca de la muerte. Previamente a su triunfo...

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