Excelente concierto

Por Luis Hernández Mergal

Especial El Nuevo Día

El programa comenzó con la Balada para saxofón alto del suizo Frank Martin, un compositor cuyo estilo idiosincrático es de difícil clasificación. Esta balada, con acompañamiento de orquesta, piano y percusión, es la primera de un total de cinco que el compositor escribió para varios instrumentos. El solista fue el saxofonista norteamericano Patrick Meighan, quien exhibió un virtuosismo de gran calibre en su interpretación de la difícil partitura. Una música poco usual, que evidentemente no fue escrita para congraciarse con el público, pero que explora con destreza las posibilidades del instrumento, como Meighan demostró plenamente.

La segunda obra programada fue el Concierto para orquesta del compositor venezolano Antonio Estévez. Subtitulada Homenaje a José Ángel Lamas, la obra utiliza material temático de la pieza Popule meus de Lamas, compositor venezolano del siglo dieciocho. La obra, de carácter académico y cuyo estilo le debe mucho al Hindemith de Mathis der Maler -los coros de metales con las melodías de Lamas resonando sobre el contrapunto neobarroco de las cuerdas y las maderas, los acordes sobrecargados en figuras rítmicas de puntillo- fue dirigida por Meighan con la exagerada retórica que la partitura parece exigir.

El Concierto en sol para piano y orquesta de Maurice Ravel es indudablemente una obra emblemática, un retrato del París de la entreguerra, con los sonidos del jazz americano, el neoclasicismo francés y la ironía de una época...

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