Al exilio en pos de una mejor calidad de vida

Por Yaritza Santiago Caraballo

yaritza.santiago@gfrmedia.com

No era para menos. Los $ 45,000 anuales que ganaba trabajando en una óptica no le daban para sufragar sus gastos. Además, al trabajar por contrato no tenía beneficios marginales. Día que no trabajaba, día que no cobraba.

"No tenía calidad de vida", aseguró el padre de dos hijos.

Pero una oportunidad de empleo en una clínica en Baltimore lo motivó a hacer sus maletas, y hoy ejerce la optometría con niños indigentes ganando $ 110,000 anuales, recetando y con beneficios marginales.

"Yo buscaba maneras de irme de Puerto Rico porque no soportaba más el atraso que tenemos los optómetras de no poder recetar, y por los bajos salarios. Lo que ganaba en Puerto Rico no era suficiente para pagar préstamos estudiantiles, la casa, el carro. Yo dije: 'Basta, o me voy de Puerto Rico o caigo en un problema económico o de salud mental'. Me fui y no me arrepiento, y hay muchos amigos médicos que están haciendo lo mismo", dijo.

Como Negrón, en la última década unos 2,500 médicos han abandonado la Isla, según datos del Colegio de Médicos Cirujanos...

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