Exitosa una escuela no tradicional

Por Gloria Ruiz Kuilan

gruiz@elnuevodia.com

Era común ver a su madre "sufrir" preguntándose qué hacer para que su único hijo respetara y empleara su tiempo en los estudios en vez de los problemas y los continuos cortes de clase, contó el joven de 17 años.

"Llegué a pelear con un guardia que se metió en un motín y yo terminé agrediéndolo. Por esa falta, me dieron 10 meses de probatoria y los cumplí", explicó Ederick.

El sufrimiento de su progenitora y un deseo genuino de cambiar hicieron que Ederick fuera a la Puerto Rico Youth Challenge Academy, en Juana Díaz, una escuela cuasimilitar de la que supo a través de un primo.

Él, al igual que cientos de chicos que abandonan la escuela, van a esta academia para terminar el cuarto año de escuela superior y, posteriormente, insertarse en el mundo laboral o continuar estudios, indicó el primer sargento, William Sánchez.

Es una escuela no tradicional, fundada en 1999 para atender a jóvenes de entre 16 a 18 años que ubica en el Fuerte Allen de Juana Díaz. Se aceptan 250 jóvenes, quienes de manera intensiva y bajo un régimen cuasimilitar, estudian, conviven y terminan los estudios de cuarto año. Anualmente tienen dos ciclos (uno en octubre y otro en abril), por lo que más de 400 jóvenes pueden ser aceptados, pero tienen una lista de espera, dijo Sánchez.

"Tenemos muchos que vienen de familias disfuncionales donde papá se fue de la casa y mamá está sola. Vienen rebeldes. Son jóvenes que nunca han recibido instrucciones de cómo hacer las cosas y tras pasar por las tres etapas del programa -la primera de aclimatación por dos semanas- cambian completamente", aseguró Sánchez sobre los jóvenes que permanecen en el lugar seis meses (22 semanas) bajo la tutela de un equipo multidisciplinario.

El comandante del fuerte y gerente de la academia, Efraín Soto, explicó que el 89% de los jóvenes que ingresa se gradúa. Faltas disciplinarias y no querer estar en el programa son las únicas razones para sacar a un joven de Puerto Rico Youth Challenge, explicó la directora de la academia, Matilde Almodóvar. "Esto es un proyecto que es garantizado. Vienen de toda la Isla. Hemos logrado graduar a 3,568 jóvenes desde 1999. Aquí se requiere que el padre se integre y, muchas veces, son ellos los que también tienen que cambiar", afirmó.

Dijo que "la falta de compromiso" quizás explica por qué no hay más programas como ese para ayudar a jóvenes desertores.

Soto y Sánchez dijeron que lo más que necesitan estos jóvenes es un...

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