'Ya no experimento'

Por ANTONIO FRAGUAS

EL PAÍS

Sus ojos se esconden tras los espejos de las Ray-ban. ¿Quién es este mulato de melena rizada, residente en Los Ángeles, que nos recibe con una gorra y una cadena gruesa? Misterio, porque lo cierto es que Saul Hudson (su nombre real) no existe.

"Soy Slash todo el tiempo. Es curioso: cuando estoy en casa con mi familia y tengo que lidiar con cosas domésticas, o me toca ir al colegio de mis hijos... da igual. Soy Slash y todos los niños se me quedan mirando. Quizá de gira es cuando me siento más yo mismo", dice.

En julio se cumplen 25 años del álbum "Appetite for Destruction", un jalón en la historia del rock y, aunque Slash da esa etapa por "totalmente" superada, lo cierto es que su nuevo elepé suena a Guns N' Roses. Mucho. La voz de Myles Kennedy, un cantante versátil y muy respetado, puede recordar, cuando se lo propone, a Axl Rose. En canciones como 'Shots fired' el parecido es hasta grimoso.

"25 años... No puedo ni imaginar qué significa el paso de un cuarto de siglo". Atrás quedaron los años en que amanecía a la puesta del sol pisando botellas de Jack Daniel's. Eso lo muestran canciones como 'Not for me' un himno para aquellos que tratan de mantenerse limpios de drogas, alcohol y sexo non-stop. Kennedy escribió la letra tras conversar con Slash.

"He pasado y he visto muchas cosas; mucha gente se ha quedado en el camino. Estoy bendecido y lo más curioso es que nunca me importó una mierda lo que hacía y no es que tuviera un deseo autodestructivo".

Acto seguido, encaja una...

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