La experta en efectos especiales
Por Luis Rafael Trelles . Especial El Nuevo Día
"L a gente siempre se olvida de la segunda parte del título de mi libro", comentaba recientemente la escritora Tere Dávila en el Viejo San Juan. "Hablan del 'Fondillo maravilloso' de la autora sin recordar que luego viene 'y otros efectos especiales'". Este es el tipo de aseveración chispeante que la caracteriza . Dávila, una mujer menuda cuyos grandes ojos verdes y piel color marfil le dan un aire de Campanita -la clásica hada de los cuentos de Peter Pan-, publicó aquel volumen de historias con Terranova en el 2009.
En las páginas de ese primer esfuerzo se presentan situaciones que mezclan el humor con la fantasía: una mujer que se convierte en piano en manos de su esposo y un hombre en crisis de edad media conecta con una mujer despampanante, solo para encontrar un monstruo que habita dentro de su hermosura.
Por eso insiste en que "la segunda parte del título es la clave". Lo del "Fondillo maravilloso" responde a otra faceta de su vida: la de la veterana publicista que entendía que un título llamativo tendría mayores posibilidades de ser visto.
"Me gusta jugar con la realidad y filtrarla", explica. "Escribir es un efecto especial".
Su voz narrativa se nutre de una ironía mordaz que quedó evidenciada durante el Sexto Campeonato Mundial de Cuento Corto Oral celebrado en la Universidad del Sagrado Corazón (USC) en mayo. "Policiales", su cuento, resultó ganador entre más de 200 relatos participantes.
Una particularidad de la competencia es que los autores escogidos deben leer su trabajo en voz alta. Dávila fue una de las últimas en tomar el podio. De momento, de aquella mujer pequeña empezó a fluir una energía juguetona que arrancó carcajadas de un auditorio lleno a capacidad. Modulando y exagerando su voz para crear una versión bizarra del noticiero de las 5:00 p.m. , contó la historia de dos muchachos cuya maldad llega a tal extremo, que con tan solo escupir, "se hacía un boquete en la loseta".
Los dos malotes, caricaturas satíricas sacadas de la violencia cotidiana que se esgrima en las primeras planas, se enfrascan en un duelo para ver quién es peor, por lo que deciden "matarse a puro odio".
Ese sentido lúdico estuvo allí desde un comienzo: "siempre he escrito, tuve ese gusanito desde chiquita" .
Al margen de esos primeros esfuerzos literarios, fue desarrollando una fructífera carrera como publicista. Actualmente trabaja como directora creativa en la agencia Lopito, Ileana y Howie...
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