LA FACETA DE ABUELO

Por Antonio Quiñones Calderón

ESPECIAL EL NUEVO DÍA

Hablando en su nombre y en el de sus hermanos Benigno y Rosa Loren, Luis comenta sobre las veces que "lo íbamos a ver a su oficina", la que según recuerda, "estaba contigua al cuarto dormitorio, donde reposaba nuestra abuelita, doña Lorencita, que padecía de una enfermedad del corazón".

En una entrevista para este suplemento especial, Luis rememora las ocasiones en que él y sus hermanos se quedaban a dormir en La Fortaleza y a cenar "en una terraza, cuyas ventanas daban a la entrada de la bahía de San Juan".

Igualmente recuerda cómo disfrutaban las veces en que el abuelo Luis los invitaba a almorzar algún domingo al histórico Palacio de Santa Catalina, la más antigua sede de gobierno en todo el hemisferio occidental.

La terraza de la Mansión Ejecutiva le trae un recuerdo especial: allí su madre, la escritora Rosario Ferré, le celebró su séptimo cumpleaños, al que invitó, además de sus primos y demás familiares, a varios amigos.

"Fue la última temporada navideña que pasamos en La Fortaleza", recuerda Luis con nostalgia.

Para la fecha en que su ilustre abuelo llegó a la mansión ejecutiva, Luis apenas estaría iniciando su kindergarten, por lo que no sería sino unos años más tarde que "me sorprendería al ver la cara de mi abuelo en un libro de historia sobre Puerto Rico".

A una...

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