Falacias

RAFAEL A. TORRECH SAN INOCENCIO

HISTORIADOR

Una falacia es algo falso que se repite para que parezca cierto. La frustración del pueblo con la Legislatura lo ha llevado a desquitarse mediante la reducción del número de escaños. Pero este afán punitivo puede ser muy falaz y contraproducente, ya que reduce la proximidad democrática entre el pueblo y aquéllos que los representan.

Pensar que tenemos un sistema altamente democrático es una falacia. Particularmente cuando en nuestros municipios los asambleístas municipales son planchas seleccionadas por los alcaldes sin insumo formal de sus representados. Como resultado, ningún asambleísta municipal en Puerto Rico representa a un barrio o a una comunidad específica, sino a los alcaldes y los partidos que los seleccionaron. Nuestro déficit de democracia comienza en los niveles más cercanos a los ciudadanos, y se magnifica de ahí en adelante.

El problema con la Legislatura es de calidad, no de cantidad. Pretender reformar el sistema sólo reduciendo el número de escaños, resulta en aumentar la distancia entre el legislador y sus representados, y restringe la representatividad ciudadana. Nada garantiza que los que queden sean mejores que los que están. Particularmente si siguen siendo obreros "full time" de su partido político. Es hora de considerar regresar al legislador ciudadano.

Si la lógica es reducir escaños, ¿por qué no eliminar los legisladores por acumulación, que no...

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